Pues al final sí que hubo sorpresa en la 92ª edición de los Óscar. Relativa, si atendemos a lo que se decía y escribía en los últimos días y al aviso de la Asociación de Críticos de Los Angeles. Pero que la película Parásitos se haya alzado con los galardones a la mejor película y a la mejor película internacional, efectivamente marca un antes y un después en la historia de los premios de la Academia. Un triunfo espectacular redondeado con el de mejor director para Bong Joon-ho.
La otra cara de la moneda es la española. Dolor y gloria, Antonio Banderas y el largometraje de animación Klaus regresan con las manos vacías. Es verdad que la cinta de Almodóvar lo tenía dificil frente a la del surocoreano, y que el actor malagueño solo esperaba un milagro ante el Joker Phoenix. Más optimismo despertaba la animación de Sergio Pablos, pero tampoco se logró imponer a la cuarta entrega de Toy Story.