Si hablamos de cine de animación, lo primero que viene a la cabeza es el imperio Disney/Pixar (y sus clones surgidos por todo el mundo) y el anime japonés. Si, además, eres fan del género, conocerás algunos títulos que se salen de la norma estética y temática establecida por aquellas dos grandes potencias.
Lo que quizá no sepas es que el primer largometraje de animación de la historia (o, al menos, el más antiguo que se conserva), no fue ni americano, ni japonés, sino europeo. Más concretamente, alemán. El 23 de septiembre de 1926, Lotte Reiniger, pionera de la animación con siluetas, estrenaba en su país Las aventuras del príncipe Achmed (DVD 1183). Te contamos algunos detalles de esta obra fascinante.