Un grupo de rock se queda sin líder cuando mejor le van las cosas. No es que sea un superventas, ni sus conciertos masivos; las finanzas apenas marchan regular. Pero sus dos últimos discos se han posicionado bien en las listas de su país y ha conseguido entrar en el mercado estadounidense. Justo entonces, el vocalista decide abandonar y emprender carrera en solitario, arrojando dudas sobre la continuidad del resto.
Esta era la situación de Genesis en el verano de 1975. La respuesta a la incertidumbre llegó medio año después con la publicación de A trick of the Tail (CD 605). De él y de sus circunstancias te hablamos este mes. Una excusa perfecta para rendir homenaje a uno de los conjuntos más famosos de los 70 y 80 del siglo XX.